La mascarilla facial debe ser un hábito incluido a la rutina para la higiene de nuestra piel.
Las hay de una gran variedad de tipos y dependiendo de las necesidades de nuestra piel nos decantaremos por una u otra. No solo nuestro tipo de piel si no también otros factores intervienen directamente en su elección.Yo tengo la piel grasa, con tendencia al acné, pero también tengo falta de hidratación y la piel apagada. ¿Cómo puede ser que al mismo tiempo nuestra piel sea grasa y esté deshidratada? Muy sencillo, por que son dos cosas diferentes. Me explico:
Al analizar mi piel el veredicto es claro: Mi cutis es graso. Salta a la vista por la dilatación de los poros, los brillos y el exceso de sebo que como consecuencia produce espinillas y puntos negros. Por otro lado si no hidrato mi piel adecuadamente, ésta se reseca, amarillea y pierde elasticidad. Cuando acabo de lavar mi piel siempre debo hidratarla, si no lo hago, a los pocos minutos me noto tirantez y sensación de incomodidad. Pues bien, dicho esto. vuelvo al tema de las mascarillas!!
No siempre utilizo el mismo tipo de mascarilla. Dependiendo del estado en el que encuentre mi cutis me decanto por una u otra.
En esta ocasión os explicaré como aplicar y que propiedades tiene la mascarilla de arcilla verde.
Estoy pasando por unos días en los que me ha salido algún que otro granito y antes de que esto vaya a mas hay que atacarlo. También me decanto por ésta por ser muy completa y aportarme muchos otros beneficios.Y es que la arcilla tiene muchas propiedades aún siendo ideal para poner a ralla las espinillas.
Mascarilla de arcilla verde
Propiedades: Antiinflamatoria. antiséptica, cicatrizante, purificante, reequilibrante, regeneradora.
Otras características: Su alto contenido en minerales tales como el silicio, hierro. calcio. sodio, magnesio, conforman un cóctel remineralizante para nuestra piel. Absorbe toxinas, por lo que es ideal para limpiar la piel en profundidad.
Opinión personal: Hay que hacer una mascarilla de arcilla verde de tanto en tanto. Mi recomendación sería realizarla una vez por semana, pero sé que no siempre tenemos tiempo ni nos apetece, con lo que una aplicación cada vez que podamos, no será mala idea.
Suaviza la piel, absorbe toxinas, remineraliza nuestra piel!! No me dejo nada, creo. Yo me voy a preparar una ahora mismo. Os explico como lo hago.
Aplicación: Su preparación es muy sencilla. Como se puede ver en la foto, su estado es polvo. Hay que colocar una cucharada sopera de arcilla en un bote de cerámica o cristal (nunca de metal) e ir añadiendo agua poco a poco. Se utiliza muy poca cantidad de agua así que no la malgastéis, que la arcilla no nos servirá. Remover con una espátula de madera, hasta conseguir una pasta homogénea de consistencia cremosa.
Lo ideal es exfoliar nuestra piel antes de aplicar la mascarilla. Puedes utilizar el exfoliante de miel y azúcar que os enseñe en otro post. Después ya podemos aplicar una capa fina de mascarilla en nuestro rostro, con la ayuda de una brocha resulta perfecto, de las que se usan para la aplicación de la base de maquillaje. Dejamos la mascarilla actuar unos 10-15 min. No hay que esperar que esté totalmente seca. Ya se puede retirar con agua tibia y aclarar hasta retirar todos los restos de arcilla.
Después debemos hidratar nuestra piel y disfrutar de sus propiedades.
La mascarilla que compré en una herboristeria me costó 3 euros y contiene suficiente arcilla para poder usarla por 6 meses, si es que la usáis como yo para el rostro, porque cunde muchisimo.
¡Nos vemos muy pronto!